Editorial: Déficit: Realidad o Verdad

El concepto de "déficit" describe la situación en la cual los gastos realizados por una institución u organización en un determinado período, normalmente un año, superan a sus ingresos.

Pero para poder entender adecuadamente los efectos del déficit sobre el nivel de actividad, hay que tener en cuenta no sólo la cuantía del mismo o su posible "justificación", sino también la composición del gasto que se ha llevado a cabo, la estructura del sistema impositivo, su financiación y también el carácter coyuntural o permanente de sus causas.

La "calidad del gasto" hace referencia a si los recursos están siendo adecuadamente utilizados, llegan a quienes deberían llegar, se utilizan total y oportunamente y generan los resultados esperados.

Enfrentar ello implica un cambio en los métodos e instrumentos de gestión que permitan:

a) Identificar los resultados prioritarios a los que debe orientarse la gestión. 

b) Definir estándares básicos de calidad en la provisión de servicios de los programas.

c) Establecer sistemas de información que permitan monitorear el impacto de las metas y cumplimiento de dichos estándares de calidad.

d) Capacitar a los empleados en estos métodos de gestión.

e) Poner a una persona a cargo que sepa de "administración". 

f) Desarrollar sistemas de rendición de cuentas orientados a los usuarios de los servicios.

Una respuesta fácil es atribuir las responsabilidades al actual gobierno y modelo de gobernanza vigente y puntualizar los problemas de gestión de los responsables directos en las diferentes áreas, liquidar toda la plantilla o reducir parte de ella, empezando por el o los responsables del "mal gasto" y/o responsables directos. Todo esto, respondería a una causa raíz que se podría determinar, como se dijo en un principio, no por la cantidad y justificación del déficit sino por su calidad de gasto, siendo su origen en la determinación de que el aparato  administrador desconoce y no tiene ni los recursos suficientes, ni la capacidad de gestión adecuada para priorizar y garantizar resultados que progresivamente mejoren las condiciones de servicios y, en especial de sus sectores más necesitados.

Todo esto tiene que ver con mejorar la calidad del gasto, de lo contrario para qué sirve incrementar lo presupuestado?. Es como decir, presupuesto 7, recibo 7, pero gasto 9 y con mucho más esfuerzo = desperdicio. Preferible me quedo con los 7 y no gasto 9, sino los mismos 7, y todo ello sin incrementar esfuerzo y reduciendo el desperdicio.

En el sector público, incluso se dice que, "la poca calidad del gasto público hace que los burócratas corruptos sean los más beneficiados". 

Análisis técnico para la reflexión. Cualquier parecido a la realidad académica de este texto, es pura coincidencia...