Editorial: ¿Qué duro es vivir? !!!

Tengo la convicción personal de que con el paso del tiempo los recuerdos se articulan en nuestra mente con absoluta claridad, lo cual es compatible con la capacidad humana de retener lo que es verdaderamente esencial. 

Por medio del recuerdo seleccionamos pero es también cierto que, a través de esta actividad de selección, somos capaces de recuperar todo cuanto consideramos fundamental para discernir lo primordial de lo accidental.

Si en las leyes de la caballería, un caballero sin armas, difícilmente podría recorrer el mundo en busca de aventuras ni implantar la justicia. El arsenal de un scout lo forman una pañoleta, un silbato, y su mochila; objetos insustituibles en la batalla por el honor, la justicia, la verdad y la libertad. 

Entonces empieza una lucha interior que pretende armonizar la honestidad y la nobleza de los sentimientos con la alocada insensatez de no doblegarse jamás ante el mundo de los "torpes injustos". Lucha interior que pugna por conjugar la sinceridad y la alegría del vivir, con la dureza de la realidad que se le impone paulatinamente.

Esto, que duele terriblemente, y te hace sufrir mientras sonríes, que te hace abrazar mientras necesitas ser abrazado, te conlleva a vivir tiempos cada día más difíciles, que posiblemente nadie más los comprenda sino únicamente tú mismo, y que te hace padecer cosas y recuerdos como la mirada de un "sobreviviente del Titanic". 

Llegas así a una época que sin darte cuenta que creciste, que pasaste de niño a adolescente, y de joven a adulto, sobreviviendo en una injusta "selva de cemento", pero que te sirvió para que puedas proteger al más débil y necesitado, sientas alegría y tristeza conjugada, pero orgullosa por cumplir tu deber. 

Hoy a mis 35 años de edad, además de vivir entre extremos que se convierten en problemático por la sujeción y la opresión de los impulsos, por la dura adaptación a lo injusto, por la bravura y la rebeldía, pero también por la noble e insensata obstinación que caracteriza al héroe, agradezco por los momentos que he vivido, por la gente que he conocido y por quienes he podido ayudar. Algunas heridas de guerra aún no terminan de sanar pero pronto lo harán. Una reciente de tres meses pero que demostró la fortaleza que hoy por hoy a veces decae por el duro trajín. 

35 años de lucha, de injusticia. A veces de incompresiones por entender el dicho de que a los buenos siempre nos va mal. Pero en fin son destinos que debemos manejar y resolver. Por algo somos SCOUTS verdad !...

Fuerza, Honor y Lucha !

@carlosolmedo10